El Oro y el Fútbol

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¿Cuántas veces hemos trabajado arduamente y jamás obtenemos resultado alguno?, ¿Cuántas veces hemos buscado hasta morir algún tesoro pero nunca lo encontramos?, ¿Cuántas veces hemos esperado con paciencia y jamás llega lo anhelado? Quizás miles de veces.
Sin embargo, hay algo muy importante que a los seres humanos se nos olvida. Y es que cada fracaso constituye un elemento más del aprendizaje que acumularemos a lo largo de nuestra vida. La vida es eso, aprender. Por lo tanto:
¡NUNCA TE DES POR VENCIDO!
La frase anterior, se tomó del título de un libro escrito por Sharon L. Lechter y Greg S. Reid que verdaderamente contribuye al crecimiento personal, a pesar de tratarse de un libro de motivación hecho para empresarios.
¿Por qué? Porque la vida es un negocio y nosotros somos los empresarios.
·“Cada adversidad, fracaso y congoja guarda la semilla de un beneficio equivalente o mayor”.- Napoleón Hill.

Es posible que la frase anterior nos dé la respuesta a las preguntas planteadas al inicio, todo depende del lente que utilices para ver la situación.


Para empezar, si no has encontrado ningún tesoro después de tanto buscar, si no has tenido algún logro importante después de mil intentos o has esperado por algo que parece tener la intensión de jamás llegar, es porque algo mejor está preparado para ti. Algo magnífico que llenará los rincones de tu corazón y de tu vida con felicidad.
Por eso, esa sensación de congoja, de adversidad y de fracaso que has sentido cuando no has conseguido lo que querías es la señal que te dice de manera sutil, que aquello que está por venir es más grande que ese miedo o frustración que experimentas en tu cuerpo cuando te decepcionas.
Ahí tienes la explicación de por qué el chico o la chica con quien querías estar no compartió nunca ese sentimiento contigo. Puedo asegurarte que tiempo después conociste a alguien mejor. Es posible que te hayas derrumbado cuando te rechazaron, pero la felicidad que la persona adecuada para ti te trajo fue más grande que el sufrimiento del rechazo previo.
¡O cuando no te dieron el trabajo donde tú querías!, ¿Verdad que poco después recibiste una mejor oferta? Apuesto que sí.
¿Lo ves? Siempre vendrán tiempos mejores, como dice por ahí una canción popular.
En una ocasión de mucha frustración, un amigo muy querido me dijo: “Patalea todo lo que quieras, pero no te canses, sigue adelante”.
También me contó una historia que me hizo entender por qué jamás debemos rendirnos antes de poder lograrlo. Me dijo lo siguiente:

“Las cosas buenas que vienen para ti, comienzan en el lugar donde todos desisten.
Me acuerdo una vez en fútbol, yo era el delantero de un equipo.
Balón que tenía en mis pies, balón que iba a la red. ¡Era buenísimo!
En un partido íbamos 0-0 en cancha grande
¡Pon atención!... Yo estaba en la mitad de cancha, y atrás de mí estaba todo mi equipo.
Los que tenían la pelota estaban del lado de su arco y yo como delantero debía ir a presionar a este último hombre que atrás tenía la pelota, pero yo ya había corrido mucho y estaba muy cansado.
Dije: - Podría correr a presionarlo pero estoy cansado y probablemente no se la quite y me canse más.-
¿Qué pasó? el tipo dio un mal pase a su compañero que no logró tomar la pelota y quedó dando bote frente a mí, ¡Pero como a 20 metros de mí! y dije:
- "¡Uhhhhhhh!, Hubiese corrido sin cuestionar nada y ya estaría con la pelota SOLITO frente al arco- ... y seguro anotaba porque era buenísimo.
Finalmente, el partido lo empatamos 0-0 pudiendo haberlo ganado por esa diferencia, 1-0. Jamás se me olvidó. “

Es algo así como la historia que se relata en el libro antes mencionado, sobre el hombre que dejó de cavar y vendió la mina cuando estaba a un metro de encontrar el oro.
Si hubiese buscado la asesoría adecuada que le orientara sobre la manera de seguir buscando y se hubiera motivado a sí mismo, todo habría sido diferente. Al final, la persona a quien vendió la mina encontró el oro y acumuló la gran fortuna que pudo haberle pertenecido en un inicio.


¡No te detengas a un metro del oro!

Sigue intentando, sigue cayéndote y levantándote, pero no desistas.
Si te das por vencido podrías perderte de una gran oportunidad. Sigue adelante. No te olvides de tus triunfos anteriores, tú los lograste y puedes seguir logrando más cosas en el ámbito que quieras.
Y mientras estás en el camino ayuda a quien puedas. Recuerda que la vida es abundancia y siempre habrá cosas buenas para todos.
“Acentúa lo positivo y elimina lo negativo”.- Del libro –Nunca te des por vencido-.

Peace.

Cassie.